1. Organizar la bibliografía.
La idea es ordenar los textos, verificar si contamos con la
totalidad de los mismos. Algo que aprendí luego de varios golpes es controlar
que los textos (fotocopias) coincidan con las páginas de lectura indicadas en
el programa de la asignatura.
2. Recopilar exámenes ya tomados
Fundamental para preparar un final. Siempre tenemos que tener
una idea de a qué nos vamos a enfrentar. En este caso hay profesores que si realizan
la devolución de los parciales, y en sus anotaciones y correcciones serán de
ayuda para determinar en lo que estamos débiles de concepto y reflexión. Si tus
exámenes se quedan en la Cátedra, es importante haber copiado las preguntas
antes de entregarlo y en el caso que se trate de un parcial al estilo
"trabajo práctico", una copia quedó en tu compu.
3. Realizar un cronograma
Hacer un cronograma para preparar un final no
quiere decir armar un cuadrito lindo para colgar en la pared.
No. Tenemos que tomar el temario y repartir los temas en
jornadas completas. Quienes no tengan la posibilidad de estudiar todo el día,
deberán asignar un número de horas fijas para preparar el examen.
Si armamos bien el cronograma nos evitaremos llegar a
la noche previa al final estudiando con desesperación y teniendo que
tomar café para poder mantenernos despiertos.( como en mi caso). Por eso
a partir de estos finales para Diciembre, el intento es cambiar esa mala
costumbre.
4. Dejar dos días de repaso previo al examen. Dejar dos días de
repaso previo al examen
Sí, así de clarito. Dos días antes del examen tenemos que tener
todos los temas estudiados y aprendidos. El tiempo que resta será de repaso y
para leer algún tema periférico que pueda darnos mayor nivel en la comprensión
de la asignatura. Esto último es útil si el examen es oral.
5. Seguir el cronograma.
Tan simple como empezar la jornada de estudio mirando el
cronograma, fijarse qué es lo que hay que estudiar ese día y finalmente hacerlo.
Si no se llega a estudiar algo, quedará para el otro día.
Pero ese ajuste del cronograma hará que algún día tengamos que
compensarlo estudiando un poco más. De todas formas, de última siempre están
esos dos días sin temas a estudiar previos al examen.
6. Equilibrar el estudio con el descanso.
Algunos finales son terriblemente pesados y llevan semanas
prepararlos. No se puede dejar de vivir, empezar a estudiar y luego de rendir
volver a vivir.( mi actual estrategia con resultados mediocres) Hay que
equilibrar, ir asimilando los temas día a día y tener pausas para
distenderse. Lo importante es no llegar a los últimos días cansado físicamente
ni hastiado de la materia. No es bueno estudiar hasta agotarse previo a un
examen. Y eso nos lleva al siguiente punto.
7. Últimos días
Si hicimos todo medianamente bien o bien, los últimos días de
estudio tendríamos que tener suficiente energía para meternos de lleno en el
examen. Es aquí cuando más nos concentramos y podemos llegar a pasarnos con los
tiempos de estudio. La concentración en este momento y hasta el examen tiene
que ser máxima.
8. Tener confianza y mantener una visión positiva.
Es más necesario que en cualquier otro examen, puesto que los
finales suelen ser más duros y en ellos a veces nos jugamos mucho: puede ser un
año de estudio y/o pérdida de correlativadades. Y es demasiado tiempo como para
no sentir la presión. Hay que tratar de mantenerse optimista.
Hay diferentes estrategias para ayudarnos, escuchar música que
nos relaje, respiración y tratar de mantener la confianza en nuestra capacidad.
Preparar un final es importante
Resumiendo, tomarte el tiempo para preparar un final puede hacer
la diferencia no sólo entre aprobar y no aprobar. Se trata también del proceso
de estudio. La idea no es sufrir hasta el examen sino ir ganando confianza poco
a poco. Con una buena preparación esto es posible.
1. Organizar la bibliografía.
La idea es ordenar los textos, verificar si contamos con la
totalidad de los mismos. Algo que aprendí luego de varios golpes es controlar
que los textos (fotocopias) coincidan con las páginas de lectura indicadas en
el programa de la asignatura.
2. Recopilar exámenes ya tomados
Fundamental para preparar un final. Siempre tenemos que tener
una idea de a qué nos vamos a enfrentar. En este caso hay profesores que si realizan
la devolución de los parciales, y en sus anotaciones y correcciones serán de
ayuda para determinar en lo que estamos débiles de concepto y reflexión. Si tus
exámenes se quedan en la Cátedra, es importante haber copiado las preguntas
antes de entregarlo y en el caso que se trate de un parcial al estilo
"trabajo práctico", una copia quedó en tu compu.
3. Realizar un cronograma
Hacer un cronograma para preparar un final no
quiere decir armar un cuadrito lindo para colgar en la pared.
No. Tenemos que tomar el temario y repartir los temas en
jornadas completas. Quienes no tengan la posibilidad de estudiar todo el día,
deberán asignar un número de horas fijas para preparar el examen.
Si armamos bien el cronograma nos evitaremos llegar a
la noche previa al final estudiando con desesperación y teniendo que
tomar café para poder mantenernos despiertos.( como en mi caso). Por eso
a partir de estos finales para Diciembre, el intento es cambiar esa mala
costumbre.
4. Dejar dos días de repaso previo al examen. Dejar dos días de
repaso previo al examen
Sí, así de clarito. Dos días antes del examen tenemos que tener
todos los temas estudiados y aprendidos. El tiempo que resta será de repaso y
para leer algún tema periférico que pueda darnos mayor nivel en la comprensión
de la asignatura. Esto último es útil si el examen es oral.
5. Seguir el cronograma.
Tan simple como empezar la jornada de estudio mirando el
cronograma, fijarse qué es lo que hay que estudiar ese día y finalmente hacerlo.
Si no se llega a estudiar algo, quedará para el otro día.
Pero ese ajuste del cronograma hará que algún día tengamos que
compensarlo estudiando un poco más. De todas formas, de última siempre están
esos dos días sin temas a estudiar previos al examen.
6. Equilibrar el estudio con el descanso.
Algunos finales son terriblemente pesados y llevan semanas
prepararlos. No se puede dejar de vivir, empezar a estudiar y luego de rendir
volver a vivir.( mi actual estrategia con resultados mediocres) Hay que
equilibrar, ir asimilando los temas día a día y tener pausas para
distenderse. Lo importante es no llegar a los últimos días cansado físicamente
ni hastiado de la materia. No es bueno estudiar hasta agotarse previo a un
examen. Y eso nos lleva al siguiente punto.
7. Últimos días
Si hicimos todo medianamente bien o bien, los últimos días de
estudio tendríamos que tener suficiente energía para meternos de lleno en el
examen. Es aquí cuando más nos concentramos y podemos llegar a pasarnos con los
tiempos de estudio. La concentración en este momento y hasta el examen tiene
que ser máxima.
8. Tener confianza y mantener una visión positiva.
Es más necesario que en cualquier otro examen, puesto que los
finales suelen ser más duros y en ellos a veces nos jugamos mucho: puede ser un
año de estudio y/o pérdida de correlativadades. Y es demasiado tiempo como para
no sentir la presión. Hay que tratar de mantenerse optimista.
Hay diferentes estrategias para ayudarnos, escuchar música que
nos relaje, respiración y tratar de mantener la confianza en nuestra capacidad.
Preparar un final es importante
Resumiendo, tomarte el tiempo para preparar un final puede hacer
la diferencia no sólo entre aprobar y no aprobar. Se trata también del proceso
de estudio. La idea no es sufrir hasta el examen sino ir ganando confianza poco
a poco. Con una buena preparación esto es posible.